Domingo, 6 de octubre 2013

La Organización Mundial de la Salud define a la EDA como la presencia de tres o más deposiciones en 24 horas, con una disminución de la consistencia habitual y una duración menor de 14 días. La EDA puede ocurrir a cualquier edad de la vida, pero son los niños menores de cinco años los más predispuestos a desarrollar la enfermedad y a presentar complicaciones como infecciones extendidas a diferentes órganos (conocidas como sepsis), deshidratación y muerte.

Según la UNICEF cada año se registran unos 2.500 millones de casos en niños menores de cinco años de edad. Las estimaciones sugieren que la incidencia global se ha mantenido estable durante los últimos dos décadas. Más de la mitad de los casos se encuentran en África y los países del sur de Asia del Sur, donde además los casos tienen mayor probabilidad de causar la muerte u otras consecuencias graves.

La incidencia es más alta en los dos primeros años de vida y disminuye a medida que el niño va creciendo. Se estima que alrededor de 9 millones de niños menores de cinco años edad mueren cada año en el mundo por EDA, la segunda causa de muerte después de las infecciones respiratorias. ¿Cómo es qué este problema, en teoría fácilmente prevenible y tratable, causa en el mundo unos 1,5 millones de muertes anuales en menores de cinco años?

La EDA en Colombia es la 3ª causa de muerte en menores de cinco años y la cuarta en menores de un año respectivamente. En el año 2006 fallecieron en Colombia 336 niños por enfermedad diarreica y 374 por problemas nutricionales, con frecuencia relacionadas con la diarrea. Y en 2011 se reportaron 148 muertes por EDA en menores de cinco años, todas muertes potencialmente prevenibles.

La EDA es causada por diferentes microorganismos, de los cuales unos pocos causan la mayoría de casos agudos de la infancia. Los rotavirus son la causa principal de la EDA, y son responsables por un 40 por ciento de las hospitalizaciones en niños menores de cinco años en el mundo. También las bacterias como la E. coli, Shigella, Campylobacter y Salmonella, causan EDA y pueden invadir la pared del intestino, causando enteritis o colitis, con riesgo de extenderse al organismo. Otra bacteria el Vibrium cholerae causa epidemias de diarrea severa y de rápida propagación.

La mayoría de los gérmenes que causan diarrea comparten un modo similar de transmisión – de las heces de una persona a la boca de otra, mecanismo conocido como transmisión fecal-oral. Se estima que 88% de las muertes por EDA son atribuibles a la carencia de agua potable y alcantarillado.

La muerte por EDA se produce por la pérdida rápida de líquidos y minerales en el organismo, que no alcanzan a ser restituidos simultáneamente. Este desequilibrio súbito puede amenazar la vida en presencia de deterioro nutricional; cuando se torna prolongado, o se acompaña de vómito (que hace difícil la reposición de los líquidos por la vía oral), cuando se acompaña de una infección severa que se extiende (lo que se conoce como sepsis), o cuando se tiene acceso tardío a servicios de salud.

Entre otras medidas de prevención como el aporte adecuado de Zinc, la promoción de la lactancia mater, el lavado frecuente de manos y la vacunación contra rotavirus y sarampión, las sales de rehidratación oral son una medida simple y barata que permite evitar la deshidratación y salvar vidas en niños con diarrea. Se ha considerado que el descubrimiento de su mecanismo de acción, el transporte común de glucosa y sodio en el intestino ha sido uno de los mayores avances médicos del siglo.

Panelistas invitados:

Dr. Javier Contreras. Médico pediatra magister en ciencias clínicas e investigador en EDA de la Universidad de Antioquia

Dr. José Alejandro Daza. Médico epidemiólogo de la sudirección de vigilancia y control del Instituto Nacional de Salud